miércoles, 12 de agosto de 2009

De lo Dinisiaco a lo Demoniaco. Psicoanálisis de la culpa, el miedo y otros sentimientos



Publicado por la editorial Manuscritos, Madrid, 2008.
¿Qué pasaría si, por un momento, imagináramos que somos algo más que Yo, si dejáramos de ser «hijos del monoteísmo» para dar cabida dentro y fuera de nosotros a una pluralidad auténtica —es decir, ajena a la eterna repetición de lo mismo en que consiste el Mercado— de instancias psicológicas y de dioses-guía, si renunciáramos a tenerlo todo tan claro y abjurásemos de cielos y de infiernos y nos quedásemos en esta tierra, tratando de escuchar nuestro latido en ella y de escucharla a ella con cada poro de la naturaleza que somos? ¿Qué pasaría si, como reclama Javier Castillo hacia el final del libro, «trabajáramos con la falsedad, el engaño, el frío, la crueldad, la depresión, la inferioridad o la suciedad sin ningún tipo de moralismo, para poder enriquecer nuestra psique y dirigirnos hacia la individuación» (es decir, para dejar de ser Masa «en conformidad con las características de la situación»), si reconociéramos que «la construcción y la destrucción son dos aspectos que van al unísono en la realidad que nos envuelve» (es decir, de la naturaleza sintiente y razonante que somos) y creáramos «espacios donde “ritualizar”» cuanto impulsos reprimimos o literalizamos o domeñamos a duras penas y que nos salen siempre por donde menos se lo espera, es decir, si, siendo de veras naturaleza humana, cultivásemos lo que de más humano y natural hay en nosotros? ¿Qué pasaría, en suma, si de veras quisiéramos conocernos a nosotros mismos y atrevernos a saber, a emprender ese camino sin fin que transcurre en vilo y sólo acaba de súbito? Quizás algo tan doloroso como liberador y extraordinario.
Ha escrito Javier Castillo un nuevo libro en el que queda claro su compromiso con lo mejor de la tradición psicológica y de la exposición literaria de ésta, en la que el análisis de casos analizados a lo largo de sus más de veinte años de trayectoria profesional se completa con el relato de algunas experiencias vitales que han marcado al autor, de manera que la reflexión a la que se someten todos esos materiales para mejor atisbar el sentido de las cosas arraiga siempre en el terreno de la experiencia concreta y el lector tiene la oportunidad, parece que cada vez más rara, de convertirse en espectador de lo que, en libros de esta índole, a menudo se calla, no se sabe si porque se lo considera innecesario, embarazoso, arriesgado o prohibido, como secreto de iniciados que debe quedar a salvo del vulgo o cortina tras la que siempre quedará oculto todo posible yerro. Suma a ese mérito el doctor Castillo la habilidad cada vez mayor con la que hilvana y presenta materiales tan diversos. Por todo ello merece nuestro apoyo, simpatía y enhorabuena.

Francisco López Martín

1 comentario:

Unknown dijo...

Quisiera tener ese libro!!! soy estudiante de psicologia y el tema del libro se relaciona con mi tema de trabajo de grado!!!!!! en venezuela se consigue???