sábado, 19 de mayo de 2012

Psicoterapias Psicoanalíticas. Publicado por la editorial Manuscritos

Con la publicación de La interpretación de los sueños de S. Freud, en 1900, se empieza a fundamentar de forma coherente una de las teorías psicológicas más importantes del siglo XX, el psicoanálisis. Esta joven disciplina pronto tuvo una influencia determinante en amplias esferas del saber humano; se convirtió en una teoría del funcionamiento psíquico, en un procedimiento terapéutico que comenzó tratando las neurosis y se extendió a otros trastornos psicopatológicos, y en un método de investigación de un mundo hasta entonces desconocido, el inconsciente, así como en un instrumento de análisis en ámbitos tanto sociológicos como antropológicos y artísticos. Como ocurre con el desarrollo de cualquier teoría, el psicoanálisis fue objeto de diferentes controversias internas que dieron pie al surgimiento de nuevos planteamientos clínicos. Algunas de éstas llevaron a importantes psicoanalistas a separarse de Freud, como fue el caso de A. Adler (1911) y C.G. Jung (1913), elaborando sus propios métodos, la psicología individual y la psicología analítica. En otros casos, aun permaneciendo dentro del ámbito psicoanalítico, se introdujeron ampliaciones e incluso modificaciones muy considerables a la hora de entender el conflicto psíquico y su relación con lo inconsciente y su análisis; éste fue el caso de analistas como H. S. Sullivan, W. R. Fairbairn, W. Reich (antes de su derivación hacia lo psicocorporal), M. Klein, J. Lacan, R. Winnicott, H. Kohut… En la actualidad, más que hablar de psicoterapia psicoanalítica es correcto hablar de psicoterapias psicoanalíticas, aunque los defensores a ultranza de la ortodoxia se resistan a ello. Pero lejos de considerar la pluralidad como enemiga de la seriedad, la minuciosidad, la profundidad y el orden, la podemos observar como una posibilidad de mantenerse al margen de posturas propias de la ideología de las diferentes escuelas psicoanalíticas y propiciar una renovación teórico-clínica, así como de abrir cauces de diálogo, controversia e integración. Los autores de este trabajo tienen en común una dilatada e importante experiencia en el campo de la psicología clínica y una formación rigurosa en su planteamiento analítico. Otro de los puntos de unión de este grupo de profesionales es que la elaboración teórica, que cada uno de ellos ha plasmado en su capítulo, no es fruto de una heterodoxa mezcla, sino de un planteamiento riguroso en el que aparecen configuraciones que parten de un modelo integrativo complejo o de una perspectiva más relacionada con un punto de vista específico, siendo un elemento común a todas ellas la apertura y la amplitud de miras que representan sus diferentes discursos clínicos. La diversidad de aproximaciones al hecho clínico expresadas en esta obra es trasmitida con estilos y formatos muy diferentes. A los autores de este trabajo nos ha parecido muy importante respetar esta diversidad, que es reflejo del movimiento de la psicoterapia en el mundo actual, a pesar del riesgo de que esta perspectiva pueda ser considerada excesivamente abierta o incluso ecléctica; quizás con ello podemos correr el riesgo de aparentar cierta falta de coherencia en la forma, pero creemos que aun así vale la pena. La riqueza dada por la existencia de una pluralidad de modelos psicoterapéuticos—en sintonía con la diversidad reivindicada por las filosofías postmodernas—nos permite ver la realidad psíquica desde diferentes ángulos y, por tanto, nos abre a la posibilidad de intervenciones terapéuticas desde vertientes teóricas y clínicas distintas. Esperemos que el presente trabajo pueda ser una contribución a ello. Javier Castillo y Manuel Sides